BASE DE LADRILLOS (TUTORIAL)

23 de septiembre de 2015



Hace mucho tiempo os enseñe a ha cubrir de forma sencilla una base para tartas, para aquellas ocasiones en que el diseño de la tarta lo requiere.

Hoy vamos a complicar un poquito ese diseño, vamos ha imitar una pared vieja de ladrillos desgastados.

Parece muy difícil de conseguir pero os aseguro que es muy fácil.

Solo necesitamos una base de tartas, fondant blanco, dos pinceles ( uno normal tirando a fino para el pegamento y otro un poco grueso para pintar), pegamento comestible, Pintura comestible marrón.



En primer lugar estiraremos el fondant con el grosor que queramos. En esta ocasión no nos fijaremos en que el grosor sea exactamente igual en todas partes, que sea un poco desigual ya nos irá bien.

Para hacer la forma del mismo tamaño he usado un cortador de galletas cuadrado grande, de unos 10 con y con el haremos un cuadrado.


Mediremos el cuadrado y lo cortaremos por la mitad, de esta forma tendremos dos ladrillos.

Repetiremos esta operación según los ladrillos que necesitemos.


Con el pincel tamaño normal tirando a pequeño iremos mojando la base con el pegamento comestible e iremos adecuando a la base los ladrillos, uno a uno y en filas.



Queda mucho más real si vamos intercalando la posición de los ladrillos según las filas.

El la fila que no os cuadre en el lateral el ladrillo, tan fácil como pegar primero el segundo ladrillo, de esta manera haremos que quede justo en medio y justo después pegaremos el segundo, la parte que sobra la recortaremos con cuidado con un cuchillo.


Con una regla cada vez que peguemos un ladrillo nos aseguramos de que quede recto y a la medida de los demás ladrillos.
Cuando llevéis unos cuantos veréis que todos quedan rectos y en su sitio pero que hay que están más gruesos que otros, dejarlo así, hará un efecto más real.



Una vez tengáis toda la base bien forrada de ladrillos la dejaremos secar 24 horas antes de pintarla.



Una vez pasado ese tiempo, pondremos en un bol un poco de la pintura en gel marrón ( si es muy espesa poner unas gotas (2-3) de licor blanco para que sea un poco más líquido) Y con la brocha un poco gordita iremos dando pequeñas bronchadas (jejejeje si si brochadas) a los ladrillos sin reparar en si quedan todos cubiertos de pintura o no.



Cuanto más desigual más real quedará.

Una vez pintado a nuestro gusto solo queda esperar a que seque la pintura y ya tenemos nuestra pequeña obra de arte preparada para nuestra tarta.

A que queda genial!!!

Un placer teneros otra vez por aquí.

Mil dulces besos.

Eva

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